Antes de comenzar la competencia el juez reúne a los diferentes equipos, hace las aclaraciones necesarias del reglamento y sortea el turno de salida de cada ejemplar. Una vez en competencia, se tiene una rastra que descansa sobre unos patines (peso muerto), se determina su peso y se arranca la primera ronda teniendo en cuenta el peso de esta sumado a la carga que se acuerde para el arranque. El ejemplar debe ser enganchado y conducido por una sola persona para recorrer la distancia acordada. A la base de la rastra se ata una pesa con un cordón de 10 metros, cuando esta pesa cae indica que la prueba ha sido superada. A medida que la competencia avanza se adiciona más peso, los animales tienen 3 oportunidades por turno dentro de un límite de tiempo estipulado para completar la prueba. En caso de no lograrlo salen de la competencia y por eliminación directa se obtiene un ganador. Esta competencia es de larga duración y despierta en los asistentes mucha emoción pues van tomando partida, apoyando a sus candidatos al título del caballo más fuerte. La marca nacional a la fecha es de 1.659Kg. lograda en Simijaca en diciembre de 2019, en el marco de sus ferias locales.